
Y dirán ustedes: ¡Para eso está el auditor! De acuerdo. Pero, ¿y si podemos encontrar algún indicio de que las cosas no se están haciendo bien? Déjenme, pues, que les indique un posible camino a seguir.
Para ello, me baso en un artículo de los autores Lawrence J. Abbott, Susan Parker y Gary Peters que lleva por título “The Effectiveness of Blue-Ribbon Committee Investigations in Mitigating Financial Restatements: An Empirical Study”. En él, se destaca el hecho de que aquellas empresas que cuentan con un Comité de Auditoría en el que sus miembros son independientes y que se reúnen más de 2 veces al año son menos propensas a anunciar revisiones en sus estados financieros.
Dicho y hecho. Me fui corriendo a la web de la CNMV a echarle un vistazo al Comité de Auditoría de Pescanova. Y esto fue lo que me encontré en el Informe Anual de Gobierno Corporativo de la empresa en 2011. En primer lugar, en el apartado B.1.29, pude averiguar el número de veces que se había reunido el mencionado comité:
Efectivamente, dos. Esto es, incumple la primera premisa que establecían los autores del citado trabajo. Vayamos ahora a la composición de ese comité (apartado B.2.1):
De los 3 miembros, sólo uno es independiente; los otros dos, dominicales. ¿Y qué es eso de consejero dominical? ¿Que sólo va los domingos? No.. El diccionario de Mapfre los define así:
[blockquote style=”2″]’Es el que accede al Consejo de Administración de una Compañía por ser titular o representar a los titulares de paquetes accionariales de la Sociedad que por su volumen tienen capacidad de influir por sí solos, o por acuerdos con otros, en el control de la Sociedad.'[/blockquote]
Vale que un consejero dominical no sea un cargo ejecutivo, pero es evidente que no le es ajeno el devenir de la empresa.. Y si hablamos de D. Robert Albert Williams, el hecho de que lleve más de 20 años como consejero parece restarle cierta independencia (tal y como apunta Gonzalo Garteiz en su artículo “Pescanova no tiene consejero independientes”).
En fin, que habrá que tomarse en serio esto de los informes anuales de gobierno corporativo.
(*) Y si a eso le añade el análisis del flujo de caja –no se olviden de este otro artículo que escribí sobre Pescanova– pues tal vez el escándalo de Pescanova no le hubiera pillado por sorpresa..
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